“Ved que yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo (Mt 28,20). Las palabras que os he dicho son espíritu y vida (Jn 6,63). Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn 14,6). Tengamos presentes, pues, las palabras, la vida y la doctrina y el santo Evangelio de quien se dignó rogar por nosotros a su Padre y manifestarnos su nombre (1R 22,38-41).” (Fco de Asís)

San Francisco descubrió qué era el fundamento de su vida: Jesucristo y su Evangelio.

Seguir a Jesús, significa entregarse a los demás con amor. Para nosotros es imposible, estamos demasiado condicionados por nosotros mismos, por los que nos rodea.

Vamos a pedir al Señor, que nos dé la luz que necesitamos para descubrir que solo Él es el camino, la verdad y la vida.

Solo así podremos ser sus discípulos y no solo conocer a Dios desde su Palabra, sino también conocernos a nosotros mismos a través suyo.