No dejes que te roben la esperanza y la alegría, que te narcoticen para utilizarte como esclavo de sus intereses. Atrévete a ser más, porque tu ser importa más que cualquier cosa. No te sirve tener o aparecer. Puedes llegar a ser lo que Dios, tu Creador, sabe que eres, si reconoces que estás llamado a mucho. Invoca al Espíritu Santo y camina con confianza hacia la gran meta: la santidad. Así no serás una fotocopia. Serás plenamente tú mismo.

(Papa Francisco)