En este año hay que tener algo o alguien por el que luchar… sólo así tendrán sentido nuestros desvelos y nuestros gozos. ¿Por qué no creer que es posible la justicia, la igualdad, la verdad? ¿Por qué resignarse al escepticismo rampante? Es mejor atarse a causas dignas y dejar que esto se concrete en opciones diarias, en compromisos pequeños o grandes, pero siempre auténticos, en pasos que conducen a algún sitio. Abrir mis círculos pequeños a otros, involucrarme en alguna lucha, compartir mi espacio, mi tiempo, mi riqueza, mi vida, con aquellos que lo necesitan.
Entre los más bellos caminos que se abren ante ti está la andadura franciscana…El seguimiento de Jesús de Nazaret al estilo de Francisco de Asís y en compañía de hermanos, para abrir nuevos caminos y horizontes.
En fraternidades que son lugares de oración y reflexión, lugares para la acción y la comunión en las esperanzas de los pobres, lugares de encuentro y comunión en la alegría y la paz… para que el Evangelio de Jesús de Nazaret transforme al mundo a la medida de los deseos de Dios.