Cuando uno piensa en un convento, tiende a imaginarse una construcción conformada por un claustro, patios, una capilla y otros espacios. Este no es el caso de un grupo de frailes franciscanos en el sur de Italia, que ha adaptado para su uso unos vagones de tren.

En declaraciones al diario Famiglia Cristiana, Fray Carlo indicó que “el tren representa el camino itinerante, pero también la simplicidad y la precariedad”.

“Con estos valores buscamos recuperar la espiritualidad y las enseñanzas de San Francisco. También como viajamos constantemente, porque nada es nuestro, no podemos echar raíces en nada”, agregó.

Como parte de su apostolado, los Frailes Menores Renovados colaboran con una parroquia de la zona donde celebran misas, visitan hospitales, cárceles y casas.

(Fte: PazyBien)