Pasa el tiempo de Pascua y qué ha cambiado en mi vida?…Nuestra historia personal sigue llevando muchas heridas. Nuestra historia de relaciones sigue sangrando impotente. Nuestra sociedad, tanto la rica como la pobre, sigue sangrando herida… La Pascua sangra de muchas heridas y se desangra sin piedad.

Y, sin embargo, es Pascua. Y esta Pascua es fuente de esperanza precisamente por eso, porque está cerca de nuestra herida, está en nuestra herida. Esta Pascua acoge en su luz nuestras heridas. La alegría de Pascua no se realiza en el olvido del dolor, sino en la asunción de todos los dolores de la humanidad; es Pascua herida!. Cristo se hizo , por mí, por nosotros, pecado.