Lo esperamos y así lo gritamos en cada celebración de Adviento. VEN SEÑOR JESÚS! Pero el que esperamos es, en nuestra vida, una presencia llena de ausencias…incluso pareciera nuestra vida más poblada de ausencia que de presencia. Y por eso entre otras cosas lo ansiamos. Dios está presente en nuestra vida pero a la manera de Dios y a nosotros nos toca dejarnos sencillamente acompañar de esta manera de actuar de Dios que no se mide como  cualquier otra experiencia.