No vengas si no eres feliz con lo que haces y con los que vives;

no vengas si no amas a la Iglesia que en su vejez sigue siendo tu madre;

no vengas si piensas que nos haces un favor a los que estamos en la Orden.

No vengas sino estás contento con lo que eres,

no vengas si necesitas que el mundo funcione con tus esquemas,

no vengas si te tomas tan en serio que no eres capaz de reírte de ti mismo.

 

Ven si Cristo empieza a ser la persona a la que más vas comenzando a amar;

ven si sacar momentos de soledad con Él se te va convirtiendo en necesidad,

ven si eres capaz de relativizar las formas y descender a lo fundamental,

ven si no necesitas que la realidad sea perfecta para amarla y entregarte,

ve si tienes una mente y un corazón más grande que el mundo,

ven si sabes reírte de un buen chiste y llegado el caso de ti mismo…