“Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la belleza más hermosa de nuestro mundo. Todo aquello que Él toca se rejuvenece, se hace joven, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero hacer llegar a cada joven cristiano son: ¡Él y te quiere vivo! (…)Él está dentro de ti, está contigo y no se va. Incluso si tú te alejas, el Resucitado está ahí, esperándote para comenzar de nuevo. Cuando te sientes envejecido a causa de la tristeza, el rencor, el miedo, las dudas o las frustraciones…”.

De esta manera reza comienza la exhortación postsinodal “Vive Cristo, esperanza nuestra”, que el papa Francisco ha redactado en español y en forma de carta breve presentada ayer en el Santuario de Loreto y dirigida a los jóvenes.