La vocación es una llamada personal que hace Dios a cada uno y por tanto, es una experiencia teologal, de fe, un sentimiento en un contexto creyente, envuelto en una relación personal orante, en obediencia filial por seguir personalmente a Jesús.

Uno se ha sentido cautivado, seducido por un amor primero. Pero este intervenir de Dios en mi historia personal, es según mi situación y circunstancias. La verificación de todo ello, el discernimiento es en la vida diaria con sus contradicciones, frustraciones, idas y venidas…. Dios no es manipulable y quien es  llamado lo es desde la más absoluta humildad que da el saber quién soy yo y quién es Él.

Pregúntate si la llamada convive con la desolación o sólo se percibe en momentos de euforia espiritual